miércoles, 15 de julio de 2009

El minuto en que todo cambio


Cuando el miedo embarga,

la razón adormecida del alma,

es hora, mi inseparable compañero de caminos perdidos,

de echar a andar.

Sin torpes tambaleos, sin volver la vista atrás.

Cuando es la muerte

quien hoy pretende,

querer enseñarme a vivir,

es el momento de recoger

cada latido perdido,

en las cunetas del pasado.

Hacer acopio de sueños vencidos

y tornarme la guerrera heroica

que de esta lucha me haga regresar.

Cuando la vida parece tan bella

que duele mirarla,

si no la puedo abrazar,

necesito que sean tus brazos,

quienes me anclen perpetua a este instante,

donde no corre el tiempo,

ni la esperanza se quebranta.

Donde nuestro amor persiste fiero a los zarpazos.

Que sean las risas de mis pequeñas,

las que me enseñen a amarrarme

a tiempo, al viento …

que nunca deja de avanzar.

Con la fuerza y la calma

que encuentro en la voz de vuestras miradas

que son mi hogar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Solo hacerte llegar mi admiracion como escritora. No solo tienes algo que contar y HACERNOS ESTREMECER. sino que lo haces con maestria.
Me quito el sombrero ante tus versos.
Yolanda Toro ( Alicante )

Anónimo dijo...

Solo hacerte llegar mi admiracion como escritora. No solo tienes algo que contar y HACERNOS ESTREMECER. sino que lo haces con maestria.
Me quito el sombrero ante tus versos.
Yolanda Toro ( Alicante )