martes, 14 de julio de 2009

Palabras de tiza


Te vas,

dejando entornada nuestra puerta

y tras ella,

mi destino congelado,

que rompe a hervir, intermitente,

en los largos transcursos

de cada latido,

que se sienta a esperarte

y prende la luz

de él “después”

de “más tarde”.

Enmudeciendo el estruendo chirriante

que salpica la angustia, en mi cara.

Reposando sobre mis ojos

varios soles ardientes, sobrepuestos,

que te acercan en rápidos recortes

de alcoba desnuda.

Descansando, como entre granos de café,

en el aroma de encontrarte.

Expandiéndose, profunda y lentamente,

en el deleite

de la espera y

de él llegar.

Permanezco inmóvil,

aguardando la caricia de tu voz

Que siempre acaba por abrazarme.

Esperando, tus dedos de tiza,

escribiendo versos sedientos

sobre mi piel,

que el sudor exaltado

se encarga de borrar,

para volver a reinventarlos y rescribirlos.

Desde tus dedos

hasta mí.

Sin rima, sin métrica.

Sólo un profundo agujero

escupiendo palabras benditas,

que se dibujan, impacientes, en mi cuerpo.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

creo que no eres amiga de aceptar halagos y yo tampoco muy dado a regalarlos, pero hoy, ahora, amiga mía te mereces que te diga que eres buena, muy buena. no solo escribes también transmites al lector lo que sientes, es bonito pensar que todo de puede decir con palabras bellas. no dejes de escribir nunca ah y cuando lo publiques quiero uno.

nos vemos