martes, 30 de octubre de 2012

A bocajarro ( A mis tres pequeñas criaturas)


No consintáis que el brutal segundero

colonice de estériles y secos abismos

la ausencia de vuestro gesto,

los gritos sin voz,

la poesía anclada.

No permitáis que las ráfagas de interrogaciones

enfilen horizontes y repueblen mañanas.

Arrancad el lazo, desembalad el pulso y abrid la vida.

Miradla de frente y tomar, a bocajarro, sus entrañas.

No ceséis de caminar,

en alto la cabeza.

Empuñad vuestra verdad, seccionando de los tobillos

las enredaderas y la maleza.

Seguid el rumbo soleado de la conciencia,

avanzad con decisión,

defendiendo cada verso con firmeza.

Yo seguiré llenando nuestra caja de cartón

de pinzas de ombligo, pequeñas siluetas de manos

y dientes caídos,

de dibujos emborronados,

vuestros primeros patucos

y chupetes usados.

Desgarraré el recuerdo

para abriros camino,

rescatando de la estela de mi aliento

aquel viejo baúl del salón,

repleto de lápices de colores, flores de papel,

cuentos llenos de polvo, alguna canción

y mis “te quieros” volando entre las pelusas de vuestra voz.

Aún briznas menudas de luz y piel,

recortáis planetas de fieltro, verde y morado

que pegaréis sobre las cláusulas del contrato firmado:

trabalenguas cuerdos, caricias laborables,

colillas de instantáneas felices…

Y la letra pequeña de las cicatrices.

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Las poesias mas bonitas, salen del alma: Para Merche