miércoles, 15 de julio de 2009

Vaiven de elegia





Llegaste al fin, insomne muerte,

en tu sorda zancada perdida.

Aprisa surcaste la azabache estela,

cual lúgubre horizontal de clemencias mecida,

que se turba y se recuesta

en un vaivén de elegía.

Crispante melodía despierta,

ante tal llegada imponente.

Que me trenza en yerta espada

para clavarme en ti, muerte.

Ansiando anudarme a tus pestañas

por mi desorbitada furia, tensadas.

hasta conseguir dejar sus entrañas

en el aire intransitable, ancladas.

Y calmar con gasa de brasas

tu desvalida mirada,

tus ya, imprecisos ojos.

Dejando tan solo de ellos

dos profundos y huecos despojos.

Y alcanzar a lamer, lasciva, tu sangre,

mi incontenible lengua de sable.

(y con tal seductor gesto)

sutilmente surcare, profundo tu pecho.

Lograre tornarme caprichosa mina

reventándome en tu boca.

y entre tus cadavéricos cimientos,

hambrienta carcoma loca.

Y cuando casi extinguida, pidas clemencia,

me descubriré, para ti, de la crueldad,

devota presencia

escarbando en tus sangrientas heridas.

Donde sembrare colmenas de serpientes homicidas.

Y recostada en tal tormento,

allí, vieja amiga, cavare tu lecho.

Tanta ira desgarrando mi consuelo,

me levanta en torrentes de viento

y huracanes de hielo.

Pues desde esta brutal travesía,

solo puedo quedarme donde he llegado,

deshabitada y perdida.

Y solo me es posible seguir viviendo,

ante ti

y mis pedazos de odio luchando en su nombre.

Y repito su nombre “ Eduardo”

y descubro dentro, destellos de vida.

Rebusco en su memoria

y tras ella, aun mas vida.

Jirones de pasión en su recuerdo,

claridad inmensa.

Y vida, vida,

mucha vida.

Resbalando en mis ojos

su lindo horizonte perpetuo

y su inextinguible esencia.

Descubro que tan lejos, mi primo…

tan lejos no queda tu ausencia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡Increible!
Me has hecho llorar...
Inmensa fuerza la tuya, princesa de las tinieblas.
Pablo Linares